SOBRIA NO TE PUEDO NI HABLAR, ESTOY PERDIDA SIN MI ESTUPIDÉZ..

viernes, 4 de diciembre de 2009

Aunque habíamos prometido no hacerlo, terminamos yendo a un cuarto de hotel. No era algo que pudiésemos decidir, vernos y no tener sexo estaba lejos de nuestra imaginación más remota. A partir de aquel día de abril, éramos adictos uno al sexo el del otro, era exageradamente placentero tocarnos y poseernos, por eso no era una opción dejar pasar la oportunidad. No era opción.

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1 comentario:

Una más del montón dijo...

abzurdah, abzurdah, abzurdah.

yo también tuve mis épocas de idolatración plena a cielo, de guardar sus mejores frases, escribirlas, subirlas, releerlas... pero después me di cuenta de que el cielo no era tan celeste como mostraba, que también había un par de nubes grises disimuladas por el esplendor del sol.