SOBRIA NO TE PUEDO NI HABLAR, ESTOY PERDIDA SIN MI ESTUPIDÉZ..

sábado, 24 de octubre de 2009


Me sentía horrible: quería sentir su piel, su cuerpo, pero no quería tener sexo. Necesitaba estar al lado suyo, abrazarlo, quizás hasta verlo dormir; pero tener sexo no era compatible con la angustia existencial que vivía dentro de mí en ese momento.

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